A pesar de ello, esta semana la ciudad alcanzó un hito importante: la eléctrica ConEdison ha anunciado a bombo y platillo que sus clientes han instalado 101 MW de sistemas fotovoltaicos repartidos entre 9.700 proyectos diseminados por toda la ciudad. Con Edison no proporcionó un desglose de dónde están estas instalaciones, pero los datos previamente divulgados por el estado muestran que la mayor parte de esa capacidad se concentra en los distritos menos densamente construidos de Staten Island y Queens, con Brooklyn en un distante tercer puesto y Manhattan alojando apenas el 2% del total.
Según los datos del programa estatal de incentivos NY-Sun, la mayor parte de la capacidad solar instalada en la ciudad de Nueva York es residencial. Las instalaciones comerciales se encuentran en el segundo de los 13 bloques de incentivos con menos de 20 MW instalados, mientras que más de 80 MW de energía solar residencial han reclamado incentivos.
La barrera de los 100 MW supone haber recorrido el 10% del camino hacia el objetivo de 1 GW establecido por el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, en septiembre pasado. Sin embargo, a pesar del fuerte empuje recibido por parte del gobernador del estado Andrew Cuomo, es evidente que otras regiones están muy por delante. Los condados de Suffolk y Nassau, que abarcan la mayor parte de Long Island, habían alcanzado los 280 MW de capacidad solar residencial instalada hace seis meses y la región pasó a los incentivos NY-Sun para sistemas residenciales el pasado mes de abril.
100 MW es también menos del 1% de la capacidad solar potencial que los tejados de la ciudad podrían recibir técnicamente, según las estimaciones realizadas por las herramientas de mapeo solar online, como el Proyecto Sunroof de Google o Mapdwell.
Hay probablemente varias razones para el progreso limitado de la ciudad de Nueva York frente al resto del estado. De hecho, en el conjunto del estado la energía fotovoltaica ha crecido un 795% en cinco años al amparo de estas políticas.
Si bien los instaladores han informado de algún progreso con el proceso dolorosamente lento y anticuado de obtener permisos del Departamento de Edificación de la ciudad, todavía existe la complicación del retranqueo de dos metros desde los bordes de los techos planos de la ciudad, impuesto por el Departamento de Bomberos de la Ciudad de Nueva York.
Esto hace que los sistemas fotovoltaicos sean poco prácticos para muchos techos, particularmente en Manhattan y Brooklyn, y reduce significativamente la cantidad de capacidad técnica de la ciudad que podría lograrse bajo la política existente.
Fuente: www.elperiodicodelaenergia.com